No entran faxes en mi alma que espera que se inserte en sus más remotas profundidades la imagen alada de Claire que vuela por otros lares como un pajarillo libre y hermoso que no se posa en las ramas de este árbol sin hojas con las ramas medio muertas donde la raíz va pudriéndose y sólo restan hedores que el rocío matinal limpia cuando clarea la jornada para ver a rubias con gafas de sol que no sé si tienen pensamientos profundos o tan sólo mascan chicles de menta o de fresa. En los brillos clarividentes del sueño el sol los aplasta sin miramientos recortando las auras a lo que escinde la ropa rompiendo el aire. Y las alucinaciones más reales que la vida vida misma porque provienen de las interioridades vuelven a los lugares mágicos donde se cuecen en calderas las futuras estrellas que han de imaginar forjando en sueños de dioses verdades luminiscentes para bien y mal del hombre. Se quiebran las capas del aire oh Maestro: ¿Más Alien Hunters? No.
(Alien Hunter nº13)