Huyen de mis manos las amadas que persigo locamente mientras las grito demencial: «¿Por que os vais no veis que soy todo aquello que deseáis?». Y Ellas ya de lejos chillan: «¡Déjanos en paz tu amor es un monstruo!» «Eres capaz de destruir aquello que más amas con con sólo una palabra».
Gabriel