Las astillas recubren mi cráneo cual espinas en el tormento silencioso de no tener nunca a Silvia, y en un amanecer sin ella sólo veo dolor y la Voz Cósmica compactándose mientras se me filtra por los poros sensibles: «sitúa a aquellas que amas por encima de los diosas, impulsa tu ideal a pintar con más belleza que los mundos imaginarios celestiales! Concibe un día de lluvia en oscuridad de necrosis cuando tu alma sea sólo esqueleto besa a tu calavera para que reviva… en esa larga agonía, ¿qué te quedará si no sus caricias?… « Atroz guadaña oh manos de Tánatos el ideal del Átomo lacrimal de desolación empuje que me lleva a la perdición… horizonte de negrura… mas sé que el Cosmos cumplirá su palabra: lo que estuvo hecho por amor verdadero vivirá por todos los evos.
APOLONIO GUILLIAN