A toda castaña mi corazón a velocidad de crucero bajo el aguacero corriendo de charco en charco con mi perro ascender al Coll de la Rafaela y tomar los rayos eléctricos con las manos y sentir el auténtico poder mi admiración mis rodillas con sangre seca hincadas en el fango mis genuflexiones a la Madre Cueva relámpagos por arriba de nuestras cabezas regresamos satisfechos y cansados al hogar donde crepita la lar con ignífugas chispas y a una distancia prudencial nos acabamos de secar al ropa y el pelaje de Esquirla.
GABRIEL