El frío ha agrietado las paredes de mi Corazón y sólo se raspa escarcha de los amores que no pudieron ser. En las oquedades congeladas en islas remotas Diosas paralizadas esperan el ardor del pecho la combustión volcánica que encienda la sangre instinto feroz y se levante e hinquen sus uñas en mi piel y que desgarren si así lo creen y hagan trizas mi alma oh desvarío cruel mujeres soy el hijo que quisierais tener y os busca pero no como madres no os engañéis… En las diéresis del asesinato me arañan: todavía no sé si son suaves o si van a encarnizarse para destrozarme.
GUILLIAN