En las lomas de la lontananza cabriolan invisibles formas que contornan en las dimensiones etéreas horizontes que se escapan allende planetas de los que provienen y vuelven cuando el sol rota asomando sus ojos sobre la tierra. En la luz de los siglos oscuridades han ido sepultando ante las pupilas de los hombres las siluetas Hiperbóreas que asustadas aún se muestran con timidez no abandonando la esperanza de que Istaris y Nuevos Sacerdotes de la Naturaleza las vuelvan a ver devolviendo la fe a los que se han elegido para ser después de la Tormenta de Barro y puedan indicar las sendas en el Laberinto de Cristal hacia el Palacio de la Luna: primer peldaño para colonizar la Vía Láctea.
GUILLIAN