Ventiscas entornadas de lamentos como tornados y vendavales que agitan las tormentas de mis interiores mi voz surcando latitudes y distancias a través del Laberinto de Cristal entre ensenadas de plata cabalga el grito derrumbando paredes y muros cruzando desconyuntadas verjas de cementerios remontando las hojas de hierba el azur de los mares por océanos profundos chilla mi corazón al vacío que escucha como si nada nuevos besos de Lisa.
APOLONIO