Ahí bajo mi influencia se pierden mis venas el ajuar de los tormentos en el fondo subterráneo que a ningún sitio nos lleva la muerte más cuerda en las corrientes que nos llevan a una luz del día que ningunos ojos ven la lontananza sin vuelta ni retorno las alegrías y las penas en las montañas escarpadas y las antorchas caídas al abismo por propia negligencia.
GUILLIAN Y DEVOUR